10 MANERAS DE RECONOCER LA ESCLAVITUD MODERNA

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define al trabajo forzoso como aquel que se realiza  “sin  el consentimiento voluntario y bajo coacción”. Cerca de 21 millones de personas son víctimas de trabajo forzoso -o esclavitud moderna- alrededor del mundo, entre las que se encuentran mujeres y niñas que son víctimas de explotación sexual, trabajadorxs migrantes y miembrxs de pueblos originarios. Uno de los mayores obstáculos en la lucha contra la esclavitud moderna es que con frecuencia está oculta a la vista de todxs. ¿Cómo saber si estamos antes un caso de estas características? Aquí reproducimos una lista confeccionada por la OIT con diez maneras para reconocer este tipo de situaciones. 

El  trabajo  forzoso  se  define  en  el  Convenio  número  29  de  la OIT como  el  trabajo  que  se  realiza  sin  el consentimiento voluntario y bajo coacción. Si bien muchas de las victimas, especialmente mujeres y niñas, son objeto de explotación sexual,  el trabajo forzoso también  se  observa  en  sectores  como  la  agricultura,  la  pesca,  el trabajo doméstico, la construcción, la manufactura y la minería. Cabe señalar que el hecho de trabajar en un entorno en condiciones desfavorables a lxs trabajadorxs no constituye en sí una prueba suficiente para que una situación laboral sea entendida como trabajo forzoso, aunque las malas condiciones de trabajo son una señal de advertencia a tener en cuenta. Para comprender mejor de qué se trata, la OIT nos ofrece una guía con diez maneras para reconocer la esclavitud moderna, que aquí reproducimos.

1.FUERON ENGAÑADAS
Muchas víctimas de la esclavitud moderna son inducidas a aceptar lo que en apariencia es una buena oportunidad, pero resulta ser mentira. Este ejemplo de Zambia lo ilustra: a una mujer joven le prometieron un empleo como camarera en Europa, pero cuando llegó descubrió que el empleo no existía y que su futuro jefe era un rufián. La obligaron a trabajar como prostituta, ella no tenía adonde ir para pedir ayuda.

2.ESTÁN AISLADAS
Las víctimas pueden estar físicamente aisladas y obligadas a trabajar en lugares remotos o, simplemente, se les impide que comuniquen con sus amigxs, familiares o cualquier otra persona que hable su idioma. Por ejemplo, en Francia una trabajadora doméstica proveniente de China tenía que trabajar los 365 días del año y le estaba prohibido salir de la casa. Los inspectores del trabajo que descubrieron su situación dijeron que ella había sido aislada de sus familiares en China y que casi no hablaba francés. No tenía a nadie con quien hablar ni ninguna manera de pedir ayuda.

3.SUS PASAPORTES LES HAN SIDO CONFISCADOS
La confiscación de los pasaportes u otros documentos importantes es otro medio de coerción frecuente para que lxs trabajadorxs acepten las malas condiciones de vida y de trabajo.

4.TRABAJAN PARA PAGAR UNA DEUDA
Muchas víctimas del trabajo forzoso intentan cancelar una deuda. No se trata de una deuda cualquiera, ya que la víctima no tiene la posibilidad de negociar los términos, que pueden cambiar a discreción del “prestamista” y pasar de una generación a otra. Esto se llama servidumbre por deudas y es muy común en Asia Meridional.

5.LES PROMETEN UN SALARIO QUE NUNCA RECIBEN
El pago irregular o atrasado de los salarios no siempre implica esclavitud moderna. Pero cuando son retenidos deliberadamente para obligar a lxs trabajadorxs a aceptar sus malas condiciones de trabajo o impedirles cambiar empleo, se convierte en un indicio de trabajo forzoso.

6.TRABAJAN LARGAS JORNADAS PERO NO LES PAGAN LAS HORAS EXTRAS
Los horarios de trabajo extremos pueden parecer un indicador evidente de trabajo forzoso pero, en la práctica, comprobarlo puede ser muy complejo. Como norma general, si un/a empleado/a está obligado/a a trabajar un número mayor de horas extra de lo que la legislación nacional permite y, si está bajo algún tipo de amenaza, se considera trabajo forzoso.

7.VIVEN Y TRABAJAN BAJO CONDICIONES ABUSIVAS
En Brasil, un inspector laboral recuerda haber encontrado trabajadores en una hacienda, o plantación, que vivían en barracas de plástico y bebían agua contaminada. Las víctimas de la esclavitud moderna están sometidas a condiciones de vida y de trabajo que nadie aceptaría voluntariamente. Si bien por sí mismas no constituyen una prueba de trabajo forzoso, las malas condiciones de trabajo con frecuencia son una señal de advertencia.

8.HAN SIDO INTIMIDADAS O AMENAZADAS
Las amenazas y la intimidación son la base de la esclavitud moderna, que generalmente explotan la vulnerabilidad de una persona que ya se encuentra en una posición débil. Esta fue la experiencia de una trabajadora doméstica etíope en Líbano quien decidió abandonar su empleo. “La mujer para la cual trabajaba me amenazaba y decía que si no le daba 600 $ ella me denunciaría a la policía y le diría que no tenía documentos. No había nada que yo pudiese hacer, no tenía documentos y sabía que la policía no me ayudaría”.

9.ESTÁN PSICOLÓGICAMENTE ATRAPADAS
Secuestrar a las personas para explotarlas o mantenerlas encerradas es una señal evidente de trabajo forzoso.

10.HAN SIDO GOLPEADAS O VIOLADAS
La violencia física es, lamentablemente, una característica común de la esclavitud moderna. Puede ser utilizada para ejercer un control sobre las víctimas o para obligarlas a realizar tareas en contra de su voluntad, como tener relaciones sexuales con su empleador o trabajar sin recibir un salario.

Frente a esto, la OIT lanzó la campaña mundial 50 for Freedom con el objetivo de lograr que al menos 50 países ratifiquen el Protocolo sobre el trabajo forzoso, un instrumento para que los gobiernos adopten medidas para luchar contra la esclavitud moderna en todas sus formas, de aquí al 2018.

CONSTRUIR TV adhiere a la campaña mundial 50 for Freedom para erradicar la esclavitud moderna. Vos también podés adherirte a esta campaña para pedirle a los líderes del mundo que ratifiquen el Protocolo sobre el trabajo forzoso de la OIT. Participar no lleva tiempo y es muy sencillo, sólo con un click aquí.

 

 

 

 

About the Author
Estudié Ciencias de la Comunicación y soy periodista. En medios realicé tareas diversas como cubrir acontecimientos para diarios zonales, actualizar portales web y redactar panoramas informativos radiales. Desde hace algunos años me especializo en la generación de contenidos de calidad para redes sociales y actualmente me desempeño como editora y redactora de contenidos para el Facebook y el sitio web de Construir TV.
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